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Doña Ana de Estrada, viuda del tesorero Juan Alonso de Sosa, vecina, otorga poder a Cristóbal Escudero, vecino, para que cobre de Diego Pérez de Frías, 1 651 pesos de oro común, que está obligado a pagar, a plazo por cumplir, según escritura que pasó ante Juan de Palencia, escribano de Su Majestad, en México, el 29 de agosto de 1562. Y se los traspasa como pago de parte de la deuda que Cristóbal de Escudero contrajo con el monasterio de la Concepción, por la dote de doña Inés de Cabrera, hija de la otorgante. Lope de Sosa y Alonso de Estrada, mayores de 15 años y menores de 20, hijos de doña Ana de Estrada, de mancomún, con su madre, se obligan al saneamiento de la deuda. Firmaron. Testigos: Jerónimo de Medina, Álvaro Ramírez y Alonso de Pineda, vecinos y estantes.