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Ana martín, india ladina en la lengua castellana, -ante el ilustre Señor licenciado Lorenzo Sánchez Obregón, corregidor de la ciudad y ante Diego Rodríguez de León, escribano público- como madre legítima de Juan García, su hijo, dijo que lo ponía por mozo y aprendiz con Francisco de Medina Izquierdo, tafetanero, vecino, presente, por tiempo y espacio de cuatro años cumplidos primeros siguientes, que corren desde hoy día. Durante el cual le ha de enseñar su oficio de tafetanero bien y cumplidamente, y le ha de dar de comer, beber, vestir y calzar por dos años y los otros dos años a razón de 30 pesos de oro común por cada año, además de darle de comer como dicho es. Y de esta manera no se irá ni ausentará del servicio so pena de ser traído de donde estuviere a su costa y lo puedan tener con prisiones durante el tiempo de los cuatro años y cumpla este servicio con ellos. Francisco de Medina Izquierdo, aceptó y recibió en su favor esta escritura de servicio y se obligó a enseñarle el oficio de tafetanero, a darle como dicho es y además se obliga a que durante el dicho tiempo no lo despedirá, so pena de además de darle lo susodicho le pagará el tiempo que hubiere servido como si fuera oficial. Y para ello cada por lo que les toca se obligaron. Y visto por el corregidor, y de pedimento de ambas partes, dijo que interponía su autoridad y decreto judicial tanto cuanto puede y de derecho lugar haya y lo firmó. Los otorgantes no firmaron por no saber. Testigos: Salvador Hernández (firmó), Diego López Muñoz y Nicolás García (firmó por Ana Martín), vecinos. [Al margen: "servicio". "fecho"]