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Martín Cerón Carvajal, vecino, otorga su poder general a Luis Cerón, vecino, y especialmente para que en su nombre pueda recibir y cobrar así de Pedro de Cueto, vecino de las minas de Guanajuato, como de otras personas y partes en cuyo poder estuviere o haya estado un esclavo negro suyo llamado Pedro, criollo de la tierra, herrado en el rostro con unas letras que dicen Diego de Baena, el cual huyó de su poder podrá haber dos años poco mas o menos y lo ha de cobrar juntamente ambos pesos de oro que mereciere del tiempo que hubiere servido a la tal persona. Y lo que recibiere de ello cobrare pueda dar las cartas de pago. Y recibido el dicho esclavo negro lo pueda vender de contado o fiado en el precio que le pareciere y de ese precio se pueda dar por contento en nombre del otorgante y a favor del comprador y otorgue la escritura de venta que convenga. Y se obliga a la evicción y saneamiento. Y otorga este poder con libre y general administración. Firmó. Testigos: Gonzalo Rodríguez, Salvador Hernández y Antonio de le Cue [sic.], vecinos y estantes. [Al margen: "fecho"]